El valor que se construye por el esfuerzo de estar a tiempo en el lugar adecuado.
El valor de la puntualidad es la disciplina de estar a tiempo para cumplir nuestras obligaciones: una cita del trabajo, una reunión de amigos, un compromiso de la oficina, un trabajo pendiente por entregar.
El valor de la puntualidad es necesario para dotar a nuestra personalidad de carácter, orden y eficacia, pues al vivir este valor en plenitud estamos en condiciones de realizar más actividades, desempeñar mejor nuestro trabajo, ser merecedores de confianza.
La falta de puntualidad habla por sí misma, de ahí se deduce con facilidad la escasa o nula organización de nuestro tiempo, de planeación en nuestras actividades, y por supuesto de una agenda, pero, ¿qué hay detrás de todo esto?
Los valores que rigen una sociedad tienen como fin que dentro de la diversidad constante y existente entre los seres humanos pueda haber aspectos que hagan posible la convivencia de manera mas complaciente, ya que como se decía, resulta complicado que dentro de la gama de estilos de vida, podamos vivir sin atropellarnos porque es necesario la comprensión de que tal y como dice un gran lema “cada cabeza es un mundo”.
Uno de los valores que conduce la sociedad es la puntualidad, la cual a veces pareciese que no existiera la comprensión de la misma como ente fundamental en las relaciones del ser humano, ya que consigo lleva inmersos otros valores, los cuales no se pueden ver de manera segmentada, como lo son la responsabilidad, el respeto y la disciplina.
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